SEO y SEM en el emprendimiento

El SEO y el SEM son tan necesarios como interés tengamos en captar potenciales clientes interesados en lo que nosotros hacemos. Las puertas a las que llaman los clientes ya no son de madera o de cristal: desde hace años son digitales.

Con SEO nos referimos a Search Engine Optimization o, lo que es lo mismo, optimización para motores de búsqueda. Son todas aquellas acciones que podemos hacer para aparecer en los primeros resultados ante una búsqueda, por ejemplo, en Google. Aparecer en los primeros resultados o no depende de la relevancia que Google asigne a nuestra web; en función de eso, nos posicionará mejor o peor.

Tenemos muchas formas para mejorar esos resultados y aparecer antes que nuestra competencia. Si lo hacemos, nos aseguramos muchos más clics de potenciales clientes y, por tanto, visitas a nuestra web. Todo esto conlleva una inversión para realizar todas esas acciones, pero tiene la ventaja que no tendremos que pagar por cada clic obtenido.

De igual modo, con SEM nos referimos al Search Engine Marketing: marketing en motores de búsqueda, o bien, resultados publicitarios. Además de los resultados orgánicos de los que hemos hablado antes, los que ordena y prioriza Google según lo que opina de nuestra relevancia, tenemos la opción de colocar unos resultados encima de ellos, pero esta vez pagando por cada clic.

Son resultados con la misma forma, resultados de texto pero con una pequeña marca a su izquierda que indica que son un “anuncio”. También podemos incluir extensiones, es decir, contenido adicional o la opción de llamada directamente con un clic sin entrar en nuestra web, pero eso lo dejamos para otro artículo.

El pago de cada clic, es decir, de cada usuario que acceda a nuestra web, puede suponer desde unos pocos céntimos hasta unos pocos euros; todo dependerá de cuánta competencia haya queriendo poner esos anuncios. Es importante recordar que ese coste por clic no es fijo, sino que sigue las reglas de una subasta: según haya más competidores pujando más por cada oportunidad, mayor será el precio que tendremos que pagar para aparecer con nuestros resultados “patrocinados”.

SEO y SEM: una combinación con la que predecir el futuro 


Tener una buena estrategia de posicionamiento orgánico (SEO) y de publicidad en buscadores (SEM) es el equivalente digital a un buen local situado en una calle transitada o a una buena referencia de un amigo al que le preguntamos cuando necesitamos algo. Si una empresa quiere estar presente cuando un potencial cliente busca una solución, debe sí o sí tener una estrategia SEO y SEM.

Si pensamos en marketing online, cada día debemos ampliar nuestro espectro. SEO y SEM ya no solo se refiere al buscador por excelencia, también hay que incluir a todos los nuevos buscadores verticales de cada sector. Igualmente, el SEO no solo aplica a la optimización de nuestra web, a sus contenidos y enlaces internos y externos, sino que también debemos tener en cuenta herramientas como los mapas y el pobre desconocido Google My Business con sus reseñas, herramienta que nos va a permitir aparecer en las primeras posiciones de innumerables búsquedas sin intervención de nuestra web. En este sentido, tampoco podemos olvidar YouTube, el segundo gran buscador.

Por su parte, el SEM, concretamente los resultados patrocinados o anuncios que nos aparecen en las primeras posiciones de una búsqueda, nos ofrece una oportunidad inmejorable para poder adaptar nuestro mensaje constantemente, con la agilidad que necesitemos y con la precisión máxima para acompañar las búsquedas más concretas de nuestros potenciales clientes.

Muchas veces se ve SEO y SEM como un gasto publicitario sin relación con los resultados: eso solo es una herencia de los sistemas publicitarios más tradicionales y a formas de gestión más cercanas a la intuición que a los datos.

Estas estrategias de marketing, y las inversiones que suponen llevarlas adelante, son clara y directamente proporcionales a los resultados que podamos obtener. Tenemos que llegar a ver este tipo de marketing online como una fórmula matemática entre inversión y resultados, es decir, llegar a obtener una métrica por la que relacionemos cada euro invertido con su multiplicador en clientes y, en último término, en resultados económicos concretos. Si esa relación es positiva, habremos descubierto la fórmula por la cuál podremos predecir el futuro. Con ella podremos saber cuántos clientes obtendremos en función de la inversión que decidamos realizar.

Una empresa que quiera predecir sus resultados en el futuro teniendo una maquinaria de marketing bien engrasada, constante y rentable, tiene la asignatura obligada del SEO y SEM. No olvidemos que estar ahí, justo cuando un potencial cliente busca una solución, es un regalo que tenemos ahí para aprovechar.